2020, una nueva década para el turismo
Entramos en la era del ocio, en la que el motor de decisión de los viajeros ya no será el precio, sino vivir experiencias valiosas y personalizadas
De soñar las vacaciones a través de las fotografías de un catálogo a visualizar el destino en realidad virtual. De reservar un paquete vacacional a través de un agente o varias páginas web, a disponer de una plataforma integrada de viaje, con una oferta personalizada a través de inteligencia artificial… El turismo vive inmerso en una transformación que va más allá de la aparición de tecnologías. Es el propio cambio de la sociedad: hemos entrado en la era del ocio y disfrutar de experiencias emocionantes será el factor más relevante en el gasto del consumidor.
Un cambio que deja completamente obsoleto el tradicional enfoque de destino vacacional. La estrategia debe virar a la experiencia, lo que requerirá un trabajo conjunto de todos los agentes implicados en el sector. A los hoteleros, ya no nos basta con ofrecer un alojamiento en un destino determinado, es necesario conocer al viajero y ofrecerle experiencias memorables: desde pasar un día con locales conociendo y viviendo parte de su cultura a aventurarse a realizar alguna actividad, hasta ahora impensable.
De este modo, en España debemos de realizar las medidas necesarias para garantizar que nuestro país siga siendo referente del turismo en la próxima década. En el actual concepto de vacaciones cada segundo cuenta, y ya no basta con la voluntad de la iniciativa privada y las inversiones. Es imprescindible el trabajo conjunto de administraciones públicas y sector privado para garantizar una experiencia nueva, agradable, con la mínima carga de tareas burocráticas y que aporte un valor añadido a los viajeros.
Por ello, del lado de la iniciativa privada asistiremos a la transformación de las organizaciones, modelos de negocio y activos para adecuarnos a este nuevo paradigma. Pero no menos relevante es el papel de la administración pública en cada destino. Tanto la legislación como las infraestructuras, movilidad y la propia población tienen que ir alineados con este cambio de paradigma. Los viajeros buscan una experiencia segura, sencilla y sin incidentes, por lo que hay que ofrecer un destino homogéneo, acompasado de una oferta regulada y un entorno colaborativo.
El papel de las personas en la revolución del turismo
Aunque es cierto que la tecnología está trasformando la sociedad, y es un eje fundamental para el desarrollo del nuevo paradigma, se debe reforzar la idea de que las propias personas se involucren para que el viajero realmente se “emocione” con su experiencia y pueda sentirlas como auténticas. Desde los profesionales del sector a la sociedad: los viajeros buscan un trato cercano y amistoso para sentirse inmersos en el destino. Por ello, los empleados pasarán a ser embajadores del destino, además de su propia compañía, dejando de lado las tareas administrativas en manos de la tecnología.
Del lado de la sociedad, se hace necesaria la concienciación de la importancia del sector turístico en la economía española. Los turistas quieren sentirse queridos y seguros en su destino, por lo que es necesario promover una estrategia institucional del turismo como un sector positivo para la economía y para la sociedad. En España hemos sido los inventores del turismo vacacional, somos líderes mundiales, y ahora tenemos que aprovechar este cambio de paradigma para reinventarlo de nuevo con la complicidad de la sociedad, para ser líderes en amabilidad y calidez con los viajeros.
Las nuevas tecnologías en la próxima década
Volviendo a la parte más tecnológica de este cambio de paradigma, la pregunta que nos planteamos todos los integrantes del sector es ¿cuál será el resultado de la integración de la experiencia y la tecnología? ¿Cómo convivirán los operadores tradicionales con las start-ups que están irrumpiendo en el sector? La respuesta a estas incógnitas se dibuja en torno al nacimiento de plataformas, que permitirán organizar toda una experiencia personalizada a través de una única interfaz.
En la próxima década podremos reservar el billete de avión, alojamiento, restaurantes, museos, transporte urbano, bicicletas y experiencias en una sola plataforma dinámica. Que además nos ofrecerá desde un primer momento un paquete personalizado en base a nuestros gustos e intereses, y que podremos modificar y adaptar.
De este modo, a través de la analítica avanzada de datos , los agentes podrán determinar tendencias por cada perfil de viajero que estarán disponibles en la plataforma para configurar experiencias personalizadas: medio de transporte, tipo de alojamiento, actividades deportivas, culturales o de ocio, restaurantes… Todo el modelo transaccional se realizará de una sola vez y desde un único sitio, reduciendo el tiempo dedicado a la transacción pero dejando abierta la posibilidad de contratar experiencias adicionales sobre la marcha. Sencillez y rapidez para que los viajeros solo se dediquen a disfrutar y sobre todo compartir su experiencia en tiempo real.
Las compañías del sector debemos tener claro que disponer de habitaciones fantásticas ya no es suficiente, el viajero del futuro quiere una emoción diferencial. El turismo es el motor de la felicidad de las personas y quien mire a la próxima década con el paradigma antiguo correrá el riesgo de desaparecer.