Capítulo VI
No seas tan blando que te expriman ni tan duro que te rompan.
La conversación deriva hacia ejemplos concretos que muestran la hipocresía del mundo occidental hacia los países musulmanes. Independientemente de tratarse de regímenes más o menos dictatoriales, durante décadas han mantenido buenas relaciones con occidente (se refieren los casos paradigmáticos de Argelia, Irak, Siria, Túnez, etc), siendo sus líderes recibidos con honores de jefe de estado en sus múltiples viajes al extranjero, y considerándoseles garantes de la estabilidad política, social y económica de sus respectivas naciones. Cuando, debido entre otros factores a las revueltas englobadas bajo el epígrafe de “primavera árabe” la percepción de la opinión pública internacional fue variando, los gobiernos occidentales no dudaron en cambiar su punto de vista sobre esos países, dejándolos caer e incluso influyendo de un modo más que evidente en su final, sin dudar a la hora de recurrir a la violencia cuando consideraron que era necesario.
Con este último vistazo a la realidad de los últimos años, los amigos terminan su reunión en el café y se dirigen a otra zona del establecimiento. Junto a ellos, como si fuéramos uno más de los participantes en la conversación, llegamos a la última página del libro, habiendo sido testigos de una tarde que a buen seguro ninguno de los cuatro protagonistas olvidará.