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La importancia de la conexión entre gerencia de personas y negocio

La importancia de la conexión entre gerencia de personas y negocio

Con frecuencia, oímos que las personas son los activos más importantes de una organización. Aunque sea verdad, si no hay acciones que sostengan esa idea, parecerá vacía y solo una forma de aparentar carente de valor absoluto.

Es natural que los empleados puedan limitar o impulsar la empresa de acuerdo a su desempeño. Por eso, deben ser orientados, capacitados y apoyados a expandir su potencial. Un talento que no encuentra oportunidad para revelarse, terminará sin motivación y sin desarrollar su capacidad máxima a nivel profesional, repercutiendo en su persona y en la empresa de una forma negativa. Para sentirse orgulloso de lo que hace, ser admirado y reconocido, el profesional necesita tener oportunidades para aprender, vivir experiencias y expresar su potencialidad.

Realizada de forma sistémica y conectada a la dinámica del negocio, la gerencia de personas puede conciliar las necesidades de la empresa con la de las personas. Para que eso suceda, hay dos preguntas fundamentales: ¿Cuáles son las competencias necesarias en esa empresa para que se mantenga sólida y pueda avanzar rumbo a su sueño? ¿Qué hay que mejorar para atraer a personas con competencia y desarrollar las que ya están en la compañía? Al contestar a esas dos preguntas, la empresa podrá perfeccionar sus elecciones y estrategias de desarrollo de personas, además de evitar la peor pérdida: no ser atractiva para las personas calificadas, capaces y ambiciosas.

La gerencia del negocio y la gerencia de personas deben estar conectadas y realizadas de forma estratégica. Y todo comienza en el proceso de reclutamiento y selección de las personas correctas. Si encontrar a las personas correctas es tan decisivo para el éxito de las organizaciones, los líderes deben actuar activamente en la selección de quien ingresará a la empresa, en un proceso que en muchas empresas es atribuido de forma casi exclusiva al sector de Recursos Humanos. Por otro lado, Si la empresa realiza una gran inversión para contratar grandes profesionales, necesita cuidarlos después. Desafiarlos y apoyarlos, además de cuidar del ambiente, para que todos sientan orgullo en trabajar para la que sienten “su empresa”.

Y con el pasa de los años, he aprendido que la gerencia de personas no se hace solo por sentido común; es necesario contar con metas, benchmarks y análisis profundos antes de pensar en acciones. El uso de herramientas estadísticas que correlacionan los indicadores de desempeño y los de la empresa ayuda a conocer el perfil más adecuado a la naturaleza del negocio y a identificar las competencias y capacitaciones necesarias. Estos tipos de análisis a veces pueden sorprender y, en determinadas oportunidades, confirman lo que sucede en la mayoría de las organizaciones. Un gran ejemplo son los que nominados “líderes”: no siempre los mejores son aquellos que tienen más conocimiento técnico o del negocio, pero los que viven y se agitan con el sueño de la empresa y contagian a su equipo, haciendo que cada uno comprenda y comparta el significado de lo que hace. Estos líderes se destacan por la capacidad de inspirar a las personas, promover el compromiso y hacer con que sientan orgullo de decir dónde trabajan.

Las empresas están formadas por personas y sin ellas no se gestaría ni desarrollaría una compañía. El mundo, el mercado, los negocios son movidos por personas, por sueños, pasiones… Una actitud mediocre y desganada no sigue el camino del éxito. Éste se encuentra junto a los que caminan persiguiendo sus sueños.

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